México, El Salvador y Ecuador, entre los países de América Latina que más toneladas de basura plástica reciben de Estados Unidos

México, El Salvador y Ecuador, entre los países de América Latina que más toneladas de basura plástica reciben de Estados Unidos

México, El Salvador y Ecuador, entre los países de América Latina que más toneladas de basura plástica reciben de Estados Unidos

agosto 2021

En 2020, en plena pandemia, las exportaciones de residuos plásticos desde Estados Unidos hacia algunos países de América Latina aumentaron en más del 100%. A escala mundial, existe una creciente preocupación sobre el envío de residuos plásticos desde potencias, como Estados Unidos, hacia naciones pobres con débiles legislaciones y controles.

Estados Unidos exportó 44.173 toneladas de desechos plásticos a 15 países latinoamericanos, entre enero y agosto de 2020, lo que significó el envío de por lo menos 35 contenedores diarios a la región con estos residuos. Esto ocurre en medio de un creciente rechazo mundial al comercio transfronterizo de desechos plásticos por su impacto en los países receptores, generalmente en vías de desarrollo.

 

Esta es una de las revelaciones de una investigación realizada por organizaciones sociales y medioambientales de México, Ecuador, Argentina y Chile*, con el apoyo de la Alianza Global para Alternativas a la Incineración (GAIA, por sus siglas en inglés), que promueve estrategias de basura cero.

 

Según GAIA, América Latina y el Caribe se están convirtiendo a pasos acelerados en un nuevo destino de la basura plástica mundial, en especial de la procedente de Estados Unidos, el mayor exportador de estos desechos. La región se ha sumado a países del sudeste asiático como receptores de estos desperdicios.

 

Este movimiento es parte de una nueva tendencia que se originó en 2018 después de que China restringiera esas importaciones. En ese año, la potencia asiática cerró las puertas a los desechos plásticos de Estados Unidos, que llegaban sucios o eran difíciles de reciclar, lo cual generaba mayor contaminación en su territorio.

 

Ahora ese flujo ha desembarcado en puertos y fronteras de la región y la tendencia es hacia el alza. De acuerdo a la información recopilada, México, El Salvador y Ecuador son los principales destinos en América Latina de estos desechos plásticos. Solo entre enero y agosto de 2020, llegaron 32.650 toneladas a México; 4.054 toneladas a El Salvador; y 3.665 toneladas a Ecuador. El estudio se concentró en los casos de México y Ecuador.

 

Ambos países registraron fuertes incrementos en las importaciones de desechos plásticos desde Estados Unidos, pese a la pandemia. En México, en 2019, los envíos no superaron las 4.000 toneladas mensuales. Pero en julio de 2020, se registró un súbito aumento a más de 6.700 toneladas. Entre enero y agosto de 2020 el crecimiento de estas importaciones fue del 135%.

 

Ecuador tuvo un repunte similar en el mismo periodo del 137%. En enero de 2020 importó desde Estados Unidos 446,3 toneladas y en agosto la cifra fue de 1.059,7 toneladas.

Anualmente, las compras de estos desechos por empresarios ecuatorianos equivalen a la producción total de residuos plásticos de 40 cantones del país sudamericano. Este es un grave contrasentido para una nación que entierra el 96% de su basura.

 

Por estados, California fue el principal exportador de desechos plásticos a estos dos países de la región. Estos desechos ingresaron a México, principalmente por vía terrestre en camiones. A Ecuador, a través de sus puertos. California lidera las exportaciones de residuos plásticos a países con mala gestión de residuos. México, El Salvador y Ecuador están entre los 13 países del mundo que más desechos plásticos reciben desde California, según cifras de la base de datos de libre comercio internacional de Estados Unidos, USA Trade Online, levantadas por la organización norteamericana The Last Beach Cleanup.

 

Chile y Argentina están en el lado opuesto. Estos países tienen importaciones mínimas de residuos plásticos en comparación con México y Ecuador. A Chile llegaron 102 toneladas entre enero y agosto de 2020. A Argentina, 301 toneladas en el mismo lapso. Este último país tiene normas restrictivas para el ingreso de residuos peligrosos y de desechos recolectados en la calle o procedentes de la industria desde el exterior. Pero en 2019, el presidente Mauricio Macri flexibilizó el ingreso de esos desechos al derogar el Decreto 181 de 1992, una medida que fue revertida por su sucesor, Alberto Fernández.

 

En México, los investigadores reportaron la existencia de legislaciones con vacíos, inconsistencias y duplicidades en una serie de normas que abordan este tipo de. En Ecuador, hay normativas que establecen regulaciones a todo movimiento transfronterizo de residuos o desechos, sean peligrosos, especiales o no peligrosos. Estos deben contar con la autorización del Ministerio del Ambiente, pero esa entidad solo ha recibido tres solicitudes, lo cual contrasta con el creciente número de importaciones hacia ese país.

 

GAIA no es la única organización que ha observado con preocupación el aumento de los flujos de desechos plásticos hacia la región. En agosto de 2020, la Interpol publicó un informe que menciona el crecimiento del sector reciclaje en América Latina, lo que podría abrir nuevos mercados para los residuos plásticos, sobre todo de Estados Unidos. Explicó que existen crecientes inversiones en la región para implantar nuevas instalaciones de reciclaje en México, Argentina y otros países de América Central, del Sur y en el Caribe.

 

 

 

América Latina, obligada a controlar el comercio de desechos plásticos

 

 

En los países de estudio, la investigación evidenció la falta de información y de controles por parte de las autoridades a los desechos plásticos que ingresan a sus territorios. Aquello supone un mayor reto para la aplicación del Convenio de Basilea y de su Enmienda de plásticos, de la que son suscriptores casi todos los países latinoamericanos, con excepción de Haití.

 

El Convenio de Basilea es un acuerdo internacional sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y otros desechos. En mayo de 2019, los países parte adoptaron la Enmienda de plásticos ante la creciente contaminación mundial por basura plástica y microplásticos.

 

La Enmienda de plásticos agregó al acuerdo el control de los residuos plásticos mezclados, no reciclables, sucios y halogenados (que generan emisiones tóxicas cuando se someten a ciertas temperaturas o son quemados), así como todos los residuos plásticos no destinados a un reciclaje ambientalmente racional. Su propósito es mejorar el control de los movimientos transfronterizos de los desechos plásticos y evitar que los países industrializados inunden a los países pobres con su basura. No es una prohibición a la importación, pero sí requiere a los exportadores el consentimiento de los países receptores. La Enmienda entró en vigencia en enero de 2021.

 

En la región, los gobiernos están adaptando sus legislaciones para acoger los postulados del acuerdo, pero la investigación demuestra graves deficiencias respecto a la transparencia de las cifras sobre este tipo de importaciones y la existencia de registros aduaneros imprecisos y ambiguos que no permiten saber qué tipo de desechos plásticos y en qué estado llegan a los puertos latinoamericanos.

 

A ello se suman otros desafíos como los acuerdo bilaterales o multilaterales como tratados de libre comercio como el existente Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), que abren las puertas al ingreso de esos desechos y entran en conflicto con los postulados del Convenio de Basilea.

 

Para Magdalena Donoso, coordinadora en América Latina de GAIA, la región vive un nuevo colonialismo. “Los recursos naturales de la región latinoamericana han sido desde los tiempos de la colonia explotados y extraídos de manera sistemática y brutal. Hoy estos materiales se exportan en grandes cantidades, mientras muchos de ellos son devueltos a nosotros en la forma de residuos y productos baratos hechos de materiales reciclados tóxicos. Este es a todas luces un nuevo colonialismo de los países del norte, los que hoy exportan su problema de generación excesiva de residuos hacia los territorios latinoamericanos”, afirma.

 

GAIA y sus organizaciones aliadas en los países de estudio exigen a los gobiernos el cumplimiento del Convenio de Basilea y mayor transparencia sobre el tipo de desechos plásticos que están llegando a la región, para evitar que nuestros países se conviertan en nuevos vertederos de la basura mundial.

 

*Organizaciones participantes por cada país:

Argentina: Taller Ecologista.

Chile: Alianza Basura Cero Chile

Ecuador: Universidad Andina Simón Bolívar, Alianza Basura Cero Ecuador, VLIR–UOS.

México: Acción Ecológica, AMDA, Asociación Ecológica Santo Tomás, Fronteras Comunes,

Greenpeace, LIDECS.

México, basurero de residuos plásticos y covid-19, provenientes de EU

México, basurero de residuos plásticos y covid-19, provenientes de EU

 Según la base de datos de libre comercio internacional de Estados Unidos (USA Trade Online), entre enero y agosto de 2020, llegaron 44 mil 173 toneladas de residuos plásticos a 15 países latinoamericanos en 35 contenedores diarios

Ciudad de México, 26 de agosto de 2021:

 

América Latina y México van en camino a convertirse en el nuevo destino de la basura plástica a nivel mundial, en especial de Estados Unidos, a partir de que en 2018 China cerró sus fronteras a este tipo de importaciones, para dejar de ser el vertedero del planeta, alertó la Alianza Global para Alternativas a la Incineración (GAIA, por sus siglas en inglés).

De acuerdo a un informe elaborado por el colectivo que agrupa a 130 organizaciones ambientalistas de América Latina y el Caribe, en plena pandemia de Covid-19, los envíos de desechos plásticos provenientes de Estados Unidos a la región aumentó 100 por ciento, principalmente a México, El Salvador y Ecuador, debido a vacíos legales y falta de controles en las fronteras.

Según la base de datos de libre comercio internacional de Estados Unidos (USA Trade Online), entre enero y agosto de 2020, llegaron 44 mil 173 toneladas de residuos plásticos a 15 países latinoamericanos en 35 contenedores diarios. Lamentablemente México ocupa el nada honroso primer lugar con 32 mil 650 toneladas, que equivalen al 73.91 por ciento de los arribos.

En entrevista con Excélsior, Larisa de Orbe, presidenta de la Academia Mexicana de Derecho Ambiental, explicó que la problemática creció a pasos agigantados a partir de la firma del T-MEC, que dejó a los desperdicios municipales libres de aranceles.

Detalló que lo anterior provocó que ahora recibamos una revoltura de todo, en particular de estados fronterizos como California, incluidos plásticos no reciclables, sucios y halogenados; basura electrónica o desechos de la pandemia de Covid-19, que son considerados Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos (RPBI).

“Claro, las caretas, los cubrebocas, los guantes, todo eso, puede llegar bajo esta partida libre de aranceles a las fronteras”, alertó.

La también directora de la agrupación Acción Ecológica, advirtió que las autoridades mexicanas ven a la incineración de los residuos en hornos cementeros como un reciclaje químico, que considera erróneamente como economía circular, porque genera empleos y supuesta energía limpia.

Mientras que a Estados Unidos le resulta actualmente más económico y políticamente viable mandar los residuos a México, porque ya nadie quiere tener un relleno sanitario a la vuelta de su casa, por lo que hay protestas y cada vez hay más resistencia por parte de la comunidad.

 

 

Convenio Basilea

Larisa de Orbe recordó que en enero de 2021 entró en vigor una enmienda para los plásticos en el Convenio de Basilea, que tiene como objetivo proteger la salud humana y el medio ambiente frente a los efectos adversos por la generación, movimientos transfronterizos y gestión de los residuos peligrosos.

“En esta enmienda se incluyó a los plásticos, debido a la preocupación por la contaminación y la creciente exportación de residuos plásticos de países desarrollados a países más pobres, luego de que China decidió cerrar sus fronteras, y eso hizo que los grandes generadores voltearan a ver a América Latina”, comentó.

Ante esta situación, indicó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), deben aplicar medidas de control severas en las aduanas, porque los países receptores de la basura plástica deben dar su consentimiento informado para las importaciones y las empresas demostrar la no peligrosidad de los residuos.

“Estamos haciendo en estos momentos las solicitudes de información, sobre todo a la Profepa, para conocer cuántas empresas han rendido informes de no peligrosidad de lo que están importando”, señaló.

La presidenta de la Academia Mexicana de Derecho Ambiental hizo un llamado a las autoridades ambientales y sanitarias del país a que volteen a ver este tema, que se establezcan regulaciones para que en las fronteras se puedan monitorear y verificar los plásticos que están ingresando, para garantizar que realmente van a entrar a un proceso de reciclaje.

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Albazo de Diputados en aprobación de ley a favor de cementeras

Albazo de Diputados en aprobación de ley a favor de cementeras

#coprocesamientoesIncineracion

Albazo de Diputados en aprobación de ley a favor de cementeras

Se reformó la LGPGIR en materia de co-procesamiento de residuos sin discusión en comisiones y sin estar en la orden del día

Niegan a la sociedad civil diálogo sobre peligros del co-procesamiento 

Ciudad de México, 16 de diciembre de 2020:

Integrantes de la sociedad civil organizada expresamos nuestra indignación por la actuación de los 426 legisladores de la Cámara de Diputados que votaron a favor el dictamen que reforma la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, en materia de co-procesamiento de residuos, sin importar que causa graves afectaciones ambientales y a la salud de las personas.

 

A pesar de que no estaba en la orden del día y sin haber sido discutido previamente en la Comisión de Medio Ambiente, este 15 de diciembre se aprobó directamente en el pleno el documento que incluye el co-procesamiento como un método distinto a la incineración, beneficiando económicamente y otorgándole a las cementeras el control total de la gestión de los residuos municipales.

 

“Estamos denunciando que esta iniciativa fue impulsada por los diputados del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y la industria. A pesar de que la sociedad civil y los expertos en residuos buscamos espacios para alertar a los asambleístas, nos fueron negados, no fuimos escuchados dejando muy claro que decidieron servir a intereses particulares y no al bien común”, señaló Ornela Garelli, especialista en Consumo responsable y cambio climático de Greenpeace México.

 

“Todo parece indicar que estos movimientos legislativos -en lo oscurito-  a favor de la industria cementera que pisotean nuestros derechos humanos y violan el espíritu de los convenios internacionales firmados por México que protegen la salud y el ambiente, obedecen a la necesidad que tiene Estados Unidos de enviar sus plásticos a quemar a otros países como el nuestro, para simular su reciclaje, práctica además respaldada por el presidente de México. Esta situación es terrible”, declaró Marisa Jacott, directora de Fronteras Comunes.

 

 

La Alianza México Sin Plástico, Greenpeace, el Frente de Comunidades en Contra de la Incineración, el Laboratorio de Investigación en Desarrollo Comunitario y Sustentabilidad (LIDECS), la Asociación Ecológica Santo Tomás A.C. Tabasco, Fronteras Comunes A.C., Acción Ecológica A.C., Resiliente MX A.C. y la Academia Mexicana de Derecho Ambiental A.C., hacemos un llamado al Ejecutivo Federal a que no apruebe este albazo ya que representaría un atropello al derecho a un medio ambiente sano de las mexicanas y los mexicanos. 

para mayor información: https://noincineracion.org/

Contacto:Jorge Tadeo VargasCorreo electrónico: jtadeo@lidecs.org

Angélica Simón, Greenpeace México Correo electrónico: angelica.simon@greenpeace.org

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