Denuncia

Aumentan amenazas a miembros del Frente de Comunidades en Contra de la Incineración

A nuestros amigos y compañeros de trabajo y de lucha:

En los pasados meses se han venido dando una serie de amenazas alrededor de miembros del Frente de Comunidades en Contra de la Incineración, amenazas a miembros de las organizaciones comunitarias que forman este frente, que van desde intervención a los teléfonos celulares hasta vigilancia permanente hacia algunos de los miembros más visibles, por lo que hacemos esta denuncia pública.

Como es bien sabido por la cobertura mediática, las amenazas, la criminalización, el asesinato a las defensoras del territorio se ha venido acrecentando en el último año, el Frente de Comunidades en Contra de la Incineración que ha venido desarrollando un fuerte trabajo en contra de la industria cementera y de plantas incineradoras en todo el país, esta siendo fuertemente amenazado en este momento, amenazas que se suman a las que vienen ocurriendo de forma sistemática desde hace ya cinco años a algunos miembros.

Algunos de los miembros tanto del Estado de Hidalgo como del Estado de México tienen su integridad física en riesgo con una serie de amenazas como son el desprestigio en sus comunidades al acusarlos de estar trabajando para desestabilizar el trabajo de los gobiernos municipales, estatales y federales, con su defensa del territorio, con llamadas e intervención de los teléfonos celulares, y con una vigilancia permanente fuera de sus domicilios, así como interrogatorios a los vecinos.

Ante esta situación que no hace más que agravar los riesgos que el frente viene sufriendo desde hace más de cinco años hacemos un llamado a nuestras aliadas, colectivos, organizaciones tanto a nivel nacional e internacional de estar atentos ante cualquier aumento de estas amenazas. De igual forma denunciamos el poco o nulo trabajo de las autoridades por brindar protección o seguridad ante el riesgo que se vive.

Sabemos que en este momento la industria cementera e incineradora esta con temor de perder los privilegios de dañar la salud ambiental y humana de las comunidades en resistencia de las zonas de sacrificio producidas en gran parte por ellas, por lo que la vulnerabilidad de los y las defensoras van en aumento por el constante hostigamiento que se está viviendo.